concierto para dos

Explosión de palabras, acciones y sonoridades nacidas de la confusión y el caos.
Enfrentemos cara a cara la identidad.
Todos llevamos un cuño que nos fue dado: sexo, color de la piel, una familia, una nacionalidad, una religión…estos mismos rasgos pueden ser cambiados por elección propia, sustituidos por otros que igualmente tendrán fundamentos más o menos definidos.
¿Y si todo esto no fueran más que trampas, parcelas para dividir y dividirnos?
¿De dónde nace el constante afán de inventarnos guerras entre nosotros para sentirnos vivos?
¿Dónde construir un verdadero campo de lucha y qué tipo de lucha?
Al parecer, la imperiosa necesidad de pertenecer y formar parte, nos hace convertirnos en esclavos o en guerreros constantes del día a día.